domingo, 27 de septiembre de 2009

Sociedad v2.0

img_1515_th 2 de la tarde, no hay mucho que hacer y el calor arrecia… Ha estado lloviendo, así que hay lodo, de repente… ¡bang! un nuevo post en facebook, rápido busco una manera de comentarlo, algo divertido… Pero me detengo…

Facebook… El nuevo ring donde se rinde la batalla de la evolución, no es sólo una página social… Se ha convertido en todo un fenómeno social, “agrégame en facebook” “checa mi facebook”…

Pero no es sólo esta página, otras como “twitter”, los blogs que siempre están activos, “youtube” y otras se han convertido en el centro en donde gira uno de los más difíciles temas humanos: Relaciones sociales. En estos nuevos espacios nos reimos, nos reunimos, nos reencontramos, vemos lo que los demás hacen y somos parte de ellos… Pero… ¿Qué mueve a la gente a unirse?

Hay miles de explicaciones, cada quien tiene la suya propia, algunas divertidas, otras no tanto… Ejemplos:

- “Ahí puedo conocer gente” (En especial me dijo que chicas… ¬¬)

- “Espío a mi novia y veo que hace y quienes son sus amigos” (No me lo han dicho, pero lo supongo… ¿a poco no lo haces tú?)

- “Simplemente me divierte y me distrae un rato”

Y aquí llegamos a otro punto, se busca una fuga de la realidad, pero eso será tema de un posteo futuro. Por el momento los dejo que sigan en las redes sociales, sean parte de grupos, defiendan su espacio.

Las batallas sociales ahora no se libran en las calles o los cafés… Se libran en el ciberespacio.robot-y-mujer-ok

(Nota del escritor: Nada más no hagan de estas redes su vida, porque aún hay muchas cosas que hacer afuera… Si hubiera un café en el que se pudiera hacer lo que se hace en las redes sociales sería un éxito… Tal vez un poco de realidad virtual ayude… A final de cuentas, es más fácil hablarle a una máquina que a un ser humano directamente… Si es que aún queda un poco de humano en alguien).

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El diario de un Ornitorrinco


Hoy desperté muy feliz.
El agua estaba cristalina y amanecí sediento, por alguna extraña razón tenía antojo de unas galletas, así que las tomé de mi refrigerador (nota del escritor: ¡demonios! ¿por qué tiene refrigerador con galletas?)
Después de comer las galletas salí al fresco aire que soplaba y me lanzé al agua, ¡quería nadar todo el día!
A lo lejos veía el sol salir entre las copas de los árboles y los canguros saltaban disfrutando del nuevo día.
De repente recordé que soy venenoso y me puse triste (otra nota: ¡carajo! no pude evitar poner algo así, haha, eso de escribir todo bonito y demás no se me da... Además no estoy escribiendo un cuento para niños)
Salí del agua con el único deseo en mente de hacer el mal; porque todos saben que los ornitorrincos vinimos al mundo a dar amor, paz y hacer el mal.
(Nota del escritor: Ya me cansé de escribir, le sigo luego con la historia de nuestro ornitorrinco malvado).